No habrá despedida
Botines flojos para un largo camino
Otros para vestir dependiendo del destino
Corbatas fantasía y las camisas de siempre
Que ocupan poco lugar
El vaquero de guerra
La tricota española
Y tres pares de calcetines de mucho andar…
La montura con el rollo de cuerda
Los aperos, la rienda y el cabezal
Quedo como recostada
La pala de puntear….
Compañera de soles y bermejos
Como carta de despedida
Lleve un sombrero,
No es que me guste usarlo
Pero al montar se hace necesario
Luce mas cubierto el que cabalga
Resulta mas amable al que saluda…
Un toque de soslayo a la grupa del potro
Para iniciar el camino y dejar el pensamiento
Evitando que el invierno vista nuevamente
La hojarasca del otoño
Serás como dirás, sin muchas pretensiones
No cabe la despedida, ni tampoco el reproche
Solo la silueta en el monte al raudo galope
La estrella pálida en la curva de la noche
Silbando breve la tonada campera
El brazo fuerte tensando la rienda
Acompasando suave el cabalgar rotundo
Se dibujan en las sombras
Los ranchitos aludos, el aljibe blanco
Surco pálido es el camino
Fija el rumbo hacia otros pagos…..
Senda sutil que marca mi destino
Solamente adiós, con el pensamiento.
No habrá ninguna despedida
2 comentarios:
José... no te conocía esas cualidades, versos camperos y preciosos, que gusto, grande poder leerte así verseándole a la vida, encantador amigo mío.
Besos
Gracias medianoche....
trato de llegar a los tobillos
de mi abuelo que fue payador en Uruguay y se especializaba en temas del campo....
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