lunes, junio 15, 2009

La Disolucion del Parlamento de Paraguay


Tanto en Europa como en America, la disolución del parlamento es un tema trillado, a medida que se producen cambios en el mundo pareciera que esta herramienta siguiera el camino de la obsolescencia, pero no existe un organismo similar que garantice la voz del pueblo a la hora de aplicar leyes…. La gente debe hablar, opinar, disentir para que en esa componenda surjan los elementos necesarios para el progreso de ese pueblo…. El problema también es la idiosincrasia, donde en algunas naciones la vena discutidora llevo al borde de la disolución a parlamentos como el de Italia.
En el acto eleccionario el pueblo tiene por lo general la opción de instalar parlamentarios de acuerdo con un criterio selectivo, pero lamentablemente esto suele chocar con la falta de educación civil imperante en los países subdesarrollados, los civiles en grandes lotes son arreados por las fuerzas políticas que destacan “partisanos” para sonar el cencerro hacia listas monolíticas que incluyen nombres que el común de la población desconoce en su trayectoria y desempeño.
En el caso de Paraguay la civilidad en su gran mayoría opto por salirse del arreo, de las colas de cocido caliente y del transporte gratuito, para votar una figura apolítica, un ex –clérigo.
El resultado de la migración de esta figura desde los claustros monacales a la palestra publica, causo el irreverente desasosiego de la añeja estirpe política que se vio privada de una fuente (aparentemente) inagotable de recursos económicos….
Inmediatamente las movilizaciones con razón o sin ella comenzaron un “crescendo” populista, donde la mezcla de multitudes vino de las manos de las cuestiones heredadas, del empuje de las mafias y las ingentes masas de empleados públicos con temor a perder el lugar que la tendencia dominante le dio….
Ante la sonora dicotomía del parlamento con los proyectos de la cúpula gobernante, se sugirió en algunos medios la disolución del parlamento, por la imposibilidad de legislar con tanta contradicción…. Pero, la disolución del parlamento es una de las opciones de las dictaduras, eutanasia dicen algunos…. una condición discutida hasta la muerte, algunos la sindican como ejecución sumaria, otros como liberación.
Si el presidente no encuentra las mayorías necesarias para manejar sus proyectos en forma coherente y expeditiva, el parlamento tiene la opción de procesar y sentenciar a los funcionarios que se manejen en forma irresponsable o que cometan delitos (incluido el Presidente de la Republica) un procedimiento que es llamado juicio político que puede concluir con la destitución e inhabilitación del acusado.
En el caso de nuestro parlamento hablar de eutanasia es hablar de enfermedad terminal y sufrimiento, yo no veo que nadie sufra por allí, mas bien parece que estamos ante una nueva especie de leprosos, en cuyo caso los que sufren son los que están alrededor.
La regla de tres simple no sirve para pulir la democracia, la oposición es necesaria para establecer los límites en los procedimientos y una función dictatorial nos acarreara un mar de leprosos conspiradores y descontentos, si hay una pregunta que hacer en plebiscito debería hacerse de cuestiones puntuales y no de remoción de organismos.
Estoy seguro que un funcionario que se para ante las puertas de una mansión digna de un maharajá de Persia, con un formulario de tributaciones, hará más para decantar el leprosario que la propia eutanasia.

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